
En esta sala, donde el tiempo parece detenerse, el árbol de Navidad, ataviado de adornos como rubíes y esmeraldas, se alza como un ícono del esplendor. La chimenea, un espejo de la soledad, murmura secretos que el aire festivo se niega a revelar.
En esta sala, donde el tiempo parece detenerse, el árbol de Navidad, ataviado de adornos como rubíes y esmeraldas, se alza como un ícono del esplendor. La chimenea, un espejo de la soledad, murmura secretos que el aire festivo se niega a revelar.