
En este espacio, el juego de luces resalta el pulido del mármol, mientras que el contraste entre la suavidad de los muebles y la textura de la piedra crea una armonía intrigante. Es un refugio que invita a la contemplación, donde el diseño se convierte en un susurro de elegancia.
En este espacio, el juego de luces resalta el pulido del mármol, mientras que el contraste entre la suavidad de los muebles y la textura de la piedra crea una armonía intrigante. Es un refugio que invita a la contemplación, donde el diseño se convierte en un susurro de elegancia.