

En un rincón donde las paredes susurran secretos de naturaleza, los muebles se despliegan como hojas en el viento, modulando la luz. Un sofá verde, como un bosque en miniatura, invita a la contemplación, mientras las plantas flotan, soñando con ciudades invisibles.
En un rincón donde las paredes susurran secretos de naturaleza, los muebles se despliegan como hojas en el viento, modulando la luz. Un sofá verde, como un bosque en miniatura, invita a la contemplación, mientras las plantas flotan, soñando con ciudades invisibles.