
En este salón, la soledad se viste de luces parpadeantes. El árbol, con sus adornos brillantes, parece susurrar secretos a los cuadros que observan. La calidez del sofá se siente distante, como un eco de risas perdidas en el aire cargado de nostalgia.
En este salón, la soledad se viste de luces parpadeantes. El árbol, con sus adornos brillantes, parece susurrar secretos a los cuadros que observan. La calidez del sofá se siente distante, como un eco de risas perdidas en el aire cargado de nostalgia.