

En una habitación donde el eco del jazz se entrelaza con el aroma de un whisky añejo, un gato observa desde la ventana. La decoración, una mezcla de sombras y luces, evoca un manuscrito inacabado que nunca ve la luz. Aquí, la soledad es un arte.
En una habitación donde el eco del jazz se entrelaza con el aroma de un whisky añejo, un gato observa desde la ventana. La decoración, una mezcla de sombras y luces, evoca un manuscrito inacabado que nunca ve la luz. Aquí, la soledad es un arte.