
En este refugio de cristal y sombra, donde la luz se desdibuja como un susurro, la piscina refleja un cielo que se rinde ante la magnificencia de la montaña. Un lugar perfecto para contemplar la vacuidad del lujo, donde cada sombra es un eco de la soledad.
En este refugio de cristal y sombra, donde la luz se desdibuja como un susurro, la piscina refleja un cielo que se rinde ante la magnificencia de la montaña. Un lugar perfecto para contemplar la vacuidad del lujo, donde cada sombra es un eco de la soledad.