

En este refugio urbano, la madera y el metal se entrelazan en un abrazo, donde las luces titilan como estrellas olvidadas. El aroma del lúpulo flota, mientras las sombras de la noche se deslizan por las ventanas, susurrando secretos en cada sorbo.
En este refugio urbano, la madera y el metal se entrelazan en un abrazo, donde las luces titilan como estrellas olvidadas. El aroma del lúpulo flota, mientras las sombras de la noche se deslizan por las ventanas, susurrando secretos en cada sorbo.