
En esta habitación, el rosa envuelve todo como un suave abrazo. Los muebles, con formas redondeadas, parecen susurrar secretos de alegría. Un conejo en la cama y flores en el escritorio recuerdan que la infancia nunca se aleja del corazón.
En esta habitación, el rosa envuelve todo como un suave abrazo. Los muebles, con formas redondeadas, parecen susurrar secretos de alegría. Un conejo en la cama y flores en el escritorio recuerdan que la infancia nunca se aleja del corazón.