
Imagina un refugio donde cada rincón susurra calidez. La luz suave acaricia las paredes, mientras el aroma de la madera y las plantas revive los sentidos. Un espacio ideal para crear recuerdos, donde la simplicidad se encuentra con el amor familiar. Se trata de una casa de 104m2 aprovechados hasta su último rincón.
Imagina un refugio donde cada rincón susurra calidez. La luz suave acaricia las paredes, mientras el aroma de la madera y las plantas revive los sentidos. Un espacio ideal para crear recuerdos, donde la simplicidad se encuentra con el amor familiar. Se trata de una casa de 104m2 aprovechados hasta su último rincón.