

En este espacio, la luz se filtra a través de ventanas que parecen susurrar historias de invierno, mientras las texturas de la pared cuentan un pasado olvidado. Un sofá blanco, como un lienzo en blanco, invita a la contemplación, mientras la chimenea arde, ofreciendo una calidez que desafía la soledad del frío exterior.
En este espacio, la luz se filtra a través de ventanas que parecen susurrar historias de invierno, mientras las texturas de la pared cuentan un pasado olvidado. Un sofá blanco, como un lienzo en blanco, invita a la contemplación, mientras la chimenea arde, ofreciendo una calidez que desafía la soledad del frío exterior.