
En esta habitación, la ventana circular abre un mundo de luces titilantes. El suelo de azulejos fríos contrasta con la calidez del mobiliario, mientras una atmósfera de soledad se cierne, como un jazz lejano que susurra secretos en la penumbra.
En esta habitación, la ventana circular abre un mundo de luces titilantes. El suelo de azulejos fríos contrasta con la calidez del mobiliario, mientras una atmósfera de soledad se cierne, como un jazz lejano que susurra secretos en la penumbra.