
En un rincón donde las paredes murmuran historias de ciudades invisibles, la luz se descompone en partículas etéreas. Un sofá se despliega como un mapa de sueños, mientras las plantas, como viajeros, se aferran a la esperanza de un hogar siempre en transformación.
En un rincón donde las paredes murmuran historias de ciudades invisibles, la luz se descompone en partículas etéreas. Un sofá se despliega como un mapa de sueños, mientras las plantas, como viajeros, se aferran a la esperanza de un hogar siempre en transformación.