
En un rincón donde la luz se disuelve en mármol, las paredes cuentan historias de ciudades invisibles. Cada mueble, un susurro de lo efímero; el aire, cargado de posibilidades, flota como un poema inacabado, esperando ser reconfigurado en un instante.
En un rincón donde la luz se disuelve en mármol, las paredes cuentan historias de ciudades invisibles. Cada mueble, un susurro de lo efímero; el aire, cargado de posibilidades, flota como un poema inacabado, esperando ser reconfigurado en un instante.