
España, mi país vecino, el país de nuestros hermanos. Me encanta visitar este país; cada rincón tiene su belleza, desde Galicia hasta las playas del sur, pasando por Toledo, una ciudad que ha permanecido en mi corazón. Intenté combinar un poco de todo lo que vi en esa ciudad: los cálidos colores del ladrillo y la madera antigua, la arquitectura que dejaron los romanos, los azulejos marroquíes que se han convertido en un sello distintivo, y lo único que falta son algunas espadas y armas romanas, también típicas de esa maravillosa ciudad.
España, mi país vecino, el país de nuestros hermanos. Me encanta visitar este país; cada rincón tiene su belleza, desde Galicia hasta las playas del sur, pasando por Toledo, una ciudad que ha permanecido en mi corazón. Intenté combinar un poco de todo lo que vi en esa ciudad: los cálidos colores del ladrillo y la madera antigua, la arquitectura que dejaron los romanos, los azulejos marroquíes que se han convertido en un sello distintivo, y lo único que falta son algunas espadas y armas romanas, también típicas de esa maravillosa ciudad.